Desde que se ha conocido la decisión de Arcelor Mittal, el gigante siderúrgico, de parar la producción de Sestao de manera indefinida hemos escuchado diferentes razones para adoptar esa posición que dejaría sin empleo a 600 personas con sus familias.
El Gobierno Vasco, desde el primer momento, se pone al servicio del lobby siderúrgico (o del acero) europeo. Formula que China, además de estar inmersa en un menor crecimiento económico y, por lo tanto necesita menos acero, está haciendo la competencia desleal al resto del mundo (o solo a los europeos), con el llamado dumping, porque vende en el exterior los productos siderúrgicos por debajo del precio de coste. China ha comentado ya, quizás para acabar con esta ‘persecución’, que reducirá la exportación de un 12%.
Los productores de acero europeos llevan presionando a la Comisión Europea para que no conceda el título de ‘economía de mercado’ a China. De ser así, las barreras arancelarias hacia los productos chinos serían muy inferiores o casi nulas. Ese es un temor importante y el Gobierno Vasco se ha alineado con el lobby empresarial, que lleva meses detrás de este objetivo. No es novedad, que no nos engañen.
Pocos ponen el acento en un hecho real: el futuro de la planta de Sestao se desvaneció cuando el Gobierno de Gasteiz y la entonces BBK vendieron el 20% (10%+10%) de las acciones que tenían sobre la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), sucesora de muy de lejos de AHV. Era el principal anclaje que tenían con el suelo vizcaíno.
El acuerdo de venta firmado, finalmente en 2011, porque las desavenencias se mantenían desde 2007, fijaba en cinco años las garantías de futuro sobre Sestao. Casualidad se cumple este año. Por lo tanto, la situación de China seguro que ha influido, pero antes hubo otras razones, porque la venta de las acciones en ‘manos públicas’ al estar Gobierno vasco y la extinta caja vizcaína, se produce porque la multinacional Arcelor Mittal no aporta la documentación necesaria de las cuentas ni las razones del desvío de producción a otras plantas. Es la manera que tienen de actuar las multinacionales. No es solo aquí, sino en todo el mundo.
También hay otras razones. ¿Quién se puede creer que una planta de poco más de 300 trabajadores y otros tantos en contratas pueden poner en riesgo a este gigante siderúrgico que emplea a 220.000 trabajadores en todo el mundo, 80.000 en la Unión Europea? La verdad, nadie. La planta de Sestao está preparada, pero para las grandes multinacionales eso es lo de menos. Abren y cierran donde obtienen más ayudas.
La decisión de Arcelor Mittal busca esa presión para lograr que los costes se le reduzcan, por medio ayudas de diferente tipo: ayudas a inversión, a reducir coste energía, a poner aranceles más exigentes a los chinos….Todo con un fin: lograr beneficios que tienen fijados desde hace años, aunque el patrón chino ha desbaratado las predicciones.
Pero lo que ni Gobierno Vasco ni Arcelor Mittal dicen es que de sus más de 60 plantas productivas, cuatro plantas productivas y cuatro oficinas comerciales están en China. ¿Entones?
Y, por último, hay otro aspecto: en esa ribera izquierda de la Ría está previsto unas urbanizaciones y zonas de esparcimiento y, por lo tanto, La Naval y Arcelor Mittal, que son contiguas, suponen un impedimento a quienes han trazado otro futuro para aquella zona. De eso tampoco nos podemos olvidar.
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