domingo, 20 de marzo de 2016

ELKARTZEN: "La ideología del capitalismo es xenófoba"



21 de marzo: DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACION RACIAL 

El movimiento a favor de los derechos de Euskal Herria recuerda que el 21 de marzo es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. En esa fecha en 1960, «la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación contra la "ley de pases" del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica».

Al proclamar el día internacional en 1966, la Asamblea General de la ONU instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial. «49 años después, -según recuerda Elkartzen- en nuestro pueblo se fomenta el enfrentamiento racial entre personas y se nos anima a que busquemos en nuestro alrededor a las personas que cobran un subsidio de miseria para enfrentarnos con ellas por su color de piel o por su procedencia».

Por lo que entiende que «es hora de despertar, de concienciarse y de plantarle cara al sistema. Avanzar en la lucha ideológica y práctica en la superación del racismo y la xenofobia en nuestro propio pueblo, es la mejor forma de ayudar al resto de pueblos del mundo. Ante esta guerra soterrada que están librando contra la inmensa mayoría de la población llamamos a la movilización contra el racismo y la xenofobia para ir dando pasos en la transformación social».

Porque, como recuerda Elkartzen, «capitalismo  es sobre todo polarización y concentración de riqueza» y cita el último informe de la ONG Oxfam “Una economía al servicio del 1%” (2016), en el que se confirma que «entre 1988 y 2011, el 10% más rico de la población ha acumulado el 46% del incremento total de los ingresos, mientras que el 10% más pobre sólo ha recibido el 0,6%. De hecho, el 10% más rico de la población acapara más que el 80% más pobre, y más del cuádruple que el 50% más pobre. Esta polarización y concentración solo es posible si se explota cada vez más la mano de obra, se aumenta el expolio de nuestro entorno y se oprimen y se saquean otros pueblos».

El movimiento a favor de los derechos de Euskal Herria indica que «aunque el capitalismo ha sido, mediante la colonización primero y el imperialismo después, el sistema que más lejos ha llevado la opresión y el saqueo de otros pueblos, no es el único que ha utilizado las políticas expansionistas». Así cita como a lo largo de la historia «estas políticas expansionistas han necesitado/necesitan y por tanto han tenido/tienen una justificación ideológica. Justificación que se ha basado/basa en proclamarse superiores a los pueblos que explota, oprime y domina, diciendo que lo hace por su bien, para educarlos y civilizarlos. Los europeos 'descubrieron' al sur del 'viejo mundo’ un continente repleto de ‘negros’. En 1492, Colon, ‘con la ayuda de Dios’ y del capital mercantil, ‘descubrió’ un continente al occidente del ‘viejo mundo’ con abundantes ‘indios’. No existían en América ‘indios’, como tampoco había en África ‘negros’, porque ningún grupo étnico se denominaba así». Elkartzen atribuye esas denominaciones al «interés de explotación de los colonizadores exigía su existencia, eran el producto necesario del proceso de colonización. Posteriormente, este esquema se refuerza en el brutal lenguaje del nazismo, donde los ‘Untermenschen’ (infrahumanos) que en su totalidad constituyen los ‘Randvölker’ (pueblos marginales) que sirven a los ‘Herrenvölker’ (pueblos dominantes) del primer mundo, como esclavos de trabajo».

Aquello de hace décadas, según afirma Elkartzen «hoy en día seguimos asistiendo asombradas a este tipo de justificaciones: "guerras humanitarias”, "intervenciones” para exportar la “democracia occidental” a pueblos “atrasados”, “guerra contra el terrorismo”, “choque de civilizaciones”… Eufemismos de un capitalismo imperialista que necesita controlar a todos los pueblos del planeta para poder ahondar en la explotación y mercantilización de cada vez más aspectos de la vida. Eufemismos, sí. Pero eufemismos que calan en la sociedad y alimentan esa idea de superioridad occidental instalada en amplias capas de la sociedad tras siglos de trabajo ideológico. Y no solo seguimos soportando este tipo de justificaciones, además día a día podemos observar el drama humano en forma de migraciones masivas huyendo de las guerras imperialistas que genera la lógica capitalista. Y lo podemos observar aquí mismo, en esa Europa que se vanagloria de ser la cuna de la democracia».

Ante el 21 de marzo, en el día internacional contra el racismo y la xenofobia, Elkartzen afirma que «cobra más fuerza que nunca la afirmación de SOS Racismo que dice que la frontera sur de la vieja Europa sigue siendo una inmensa tumba. En este sentido coincidimos en el análisis con todas aquellas organizaciones que no dudan en señalar al racismo institucional como el ejemplo más grave de racismo y xenofobia que se produce actualmente en Europa, y cuya máxima expresión son las actuales políticas y leyes de extranjería. Estas políticas, sitúan por un lado, a los colectivos de personas migrantes y asiladas en el centro de sus estrategias de seguridad, en sus estrategias policiales y militares; por otro lado, incrementan el control social, la criminalización y la represión en las propias “democracias occidentales” y, para colmo; justifican y alientan la injerencia y la intervención en terceros países».

«Conviene recordar -según explica- que, las políticas de extranjería, lo que en realidad hacen es, establecer y regular a quién, y bajo qué condiciones, se reconocen los derechos de residencia, ciudadanía y nacionalidad, junto a todo aquello que se desprende de los mismos. Ello nos lleva a situaciones como que las personas que procedemos de fuera de los Estados de la Unión Europea seamos empujados, consecuencia de estas políticas, a la precariedad, vulnerabilidad y desamparo, en un pueblo como el vasco, al que se le niegan los instrumentos para garantizar nuestra incorporación plena en esta sociedad».

Desde Elkartzen, por último, explican que «reivindicamos el derecho a que seamos las personas que vivimos y trabajamos en Euskal Herria, sea cual sea nuestra procedencia, las que podamos tomar nuestras propias decisiones, sin injerencias ni imposiciones externas. El ejercicio de este derecho, se hace aún más necesario para este pueblo en una coyuntura de crisis sistémica como la actual, donde el capitalismo global y los gobiernos de los Estados, aprovechan la existencia de personas con diferentes derechos para precarizar aún más las condiciones laborales y generar división, desconfianza y enfrentamiento entre la clase trabajadora vasca».

Porque, «entre 2008-2014, en plena crisis económica, a pesar de los niveles crecientes de pobreza, toda una batería normativa ha ido recortando los derechos sociales conquistados, endureciendo las condiciones para acceder a ellos al conjunto de la población, pero especialmente a las personas migradas. Esto lo observamos en la negativa al acceso a la sanidad, en las identificaciones racistas, en la discriminación laboral, en el aumento del tiempo de empadronamiento, en la reducción a dos unidades convivenciales por vivienda que pueden recibir prestación, o en la creación de “La Alta Inspección” sobre los servicios sociales, con el marketing de “culpabilizar a la persona perceptora”, lanzando el mensaje de un sistema insostenible por “el gran número de personas preceptoras defraudadoras”». Estas y otras medidas, «por no hablar de las actitudes racistas y xenófobas de instituciones y cargos públicos, como la de algunos alcaldes», hacen como añade este movimiento social, que «seamos las personas migrantes las que con mayor crudeza suframos los efectos de la explotación y el proceso de precarización propios del sistema capitalista. Siendo nosotras, las mujeres migrantes, hoy tan criminalizadas, las mayores explotadas por este sistema que nos utiliza como esclavas sexuales o esclavas de los cuidados».

Por lo que despide esta intervención con dos mensajes claros: «¡EN EUSKAL HERRIA, NINGUNA PERSONA SIN DERECHOS! ¡LUCHA POR TUS DERECHOS SOCIALES!¡HAZ FRENTE A LA PRECARIEDAD!¡TRANSFORMA LA SOCIEDAD!».


No hay comentarios:

Publicar un comentario