lunes, 27 de julio de 2015

EL PRESIDENTE DE IBERDROLA PERCIBE 7,9 MILLONES EN EL PRIMER SEMESTRE 2015 Y LA ALTA DIRECCIÓN INCREMENTA SUS INGRESOS UN 29,5%


El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán percibió 7,9 millones durante el primer semestre de 2015. De ellos, 4,65 millones en efectivo y 3,2 millones en acciones de Iberdrola.
Además, en este primer semestre, según los datos de la compañía, la alta dirección (compuesta por siete personas) ha incrementado un 29,5% sus ingresos hasta junio, hasta los 6,77 millones, lo que supone casi un millón de euros por cabeza y además Iberdrola ha provisionado 7,153 millones para compensarles con acciones dentro del programa de bono estratégico hasta 2016. Además, las nóminas del consejo de administración (13 personas) han mejorado un 5,20% en el primer trimestre hasta los 2,247 millones. 
En cambio, en el convenio firmado hace una semana, en el mejor de los casos, los trabajadores podrían conseguir hasta un 3%, aunque solo se consolidaría en sus nóminas un 0,7%. 
La dirección se forra con el negocio eléctrico, mientras reparte poco entre los trabajadores y garantiza sus enormes emolumentos con un precio de la tarifa eléctrica elevado. De hecho, Iberdrola, líder del sector, dejó sin luz durante 2014 a 335.731 hogares (578.628 un año antes) por no poder pagar la factura eléctrica, debido a la crisis económica.

NUEVO CONVENIO. ¿NUEVO ENGAÑO?
Dos días antes de conocerse los resultados del primer semestre de Iberdrola, su presidente Ignacio Sánchez Galán firmó el VI convenio colectivo con UGT, Sindicato Independiente de la Energía (SIE), Asociación de Técnicos y Profesionales de la Energía (ATYPE), CCOO, USO y CGT. Solo quedó fuera del acuerdo ELA.

¿Qué expone? Según la multinacional de origen vasco: “mantendrá durante los próximos cuatro años su compromiso firme con el empleo de calidad” y, entre otras cuestiones, “la compañía continuará vinculando la evolución de los salarios a sus resultados operativos”. Según el contenido del Convenio, los trabajadores contarán con “un incremento salarial anual del 0,5% en el caso de que se cumpla entre el 80% y el 100% del objetivo y de hasta un 2,5% adicional si se cumple hasta el 120% del mismo, pudiendo alcanzar, de este modo, una subida de hasta el 3%”, aunque De esas cantidades, “se consolidará hasta un 0,7%” y la retribución variable también seguirá ligada a la evolución de las cuentas.

La firma se produce dos días antes de presentar los resultados semestrales, que han sido “impresionantes”. Ha aumentado el beneficio un 7,4%, hasta 1.506 millones, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) aumenta un 5,7% interanual, hasta 3.795 millones. Mantiene las perspectivas de lograr unos beneficios importantes al finalizar el año, pero a los trabajadores la subida es mínima, se mire por donde se mire.
¡Qué negocio ha firmado este 94% de representación sindical! ¡De vergüenza!

ELA SE QUEDA FUERA
ELA se quedó fuera porque, entre otras cosas, sostiene que la “culpa” de este éxito “lo tenemos la plantilla a todos los niveles. Pese a ello, los costes laborales en este último Convenio (4 años) han disminuido: 1.250 bajas y 571 altas. Ahorro de los costes de 679 personas menos para el mismo trabajo sumado a la diferencia entre un veterano-nueva incorporación; doble escala salarial, menores beneficios sociales...”
La central sindical admite, además, que Iberdrola “es insaciable y aún quiere más; recortando en lo social genera más beneficio, repartirá más dividendos, aumentarán sus objetivos personales...”.
ELA denuncia que los firmantes del convenio “están presos de las prebendas” y entiende que “es un convenio claramente insuficiente para la plantilla”.
Entre otras razones para su rechazo están: “Salarialmente inferior a la tendencia de los últimos convenios, claramente desmarcada del IPC y rebajando considerablemente la parte consolidable del mismo. Lejos de las posibilidades de la compañía y perdiendo la posibilidad de marcar un referente social; ahona aún más en las diferencias salariales para las nuevas incorporaciones; no garantiza el mantenimiento del empleo actual apostando por su destrucción como ha sucedido en el anterior convenio y en lo que llevamos de año, gracias a políticas de subcontratación, destrucción de empleo vegetativo...; nula correspondencia entre la subida de los altos directivos y la de la plantilla; empeoramiento de las condiciones de trabajo para el personal de Renovables y nula reducción de las horas trabajadas para la inmensa mayoría de la plantilla”

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