La vista ante el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Bargara en reclamación de daños y perjuicios por la muerte de L.S.A. frente a la empresa Arcelor Mittal quedó ayer visto para sentencia. Durante el mismo, el doctor que atendió a la fallecida confirmó que el Mesotelioma que desarrolló, y que le llevo a la muerte el 1 de Octubre de 2011, se debió al amianto que inhaló del buzo de su marido, J. C. G., que trabajó en UNION CERRAJERA S.A ( ALTOS HORNOS DE BERGARA S.A), desde el 25 de Julio de 1.967 a 27 de Octubre de 1.988.
Fue encargado de hornos y de la colada, tareas que implicaban un contacto directo con amianto, que los representantes de la empresa trataron de minimizar, pero fueron otros compañeros suyos los que reconocieron el contacto directo con el mineral asesino.
El mineral cancerígeno se empleada y todavía se encuentra en muchas empresas, pero, sobre todo, en las siderúrgicas, al ser material ignifugo por su alta capacidad aislante, que se colocaba en todos los elementos sometidos a elevadas temperaturas como hornos y zonas de colada continua.
J. C. G. padeció "una sobreexposición incontrolada y continuada a fibras de amianto durante 21 años", exposición que también sufrió su esposa, quien, al no hacerlo la empresa, debía lavar la ropa de trabajo que su esposo llevaba a su domicilio impregnadas de fibras de amianto.
Como recordó en el juicio Nuria Busto, abogada de la familia, "la empresa, en la actualidad Arcelor Mittal, teniendo la obligación ya desde 1.982 de tener un servicio de limpieza de la ropa de trabajo de trabajadores potencialmente expuestos al amianto, no disponía del mismo".
Como consecuencia de esa exposición a amianto por el lavado de buzos desarrolló la grave enfermedad a consecuencia de la cual falleció.
La familia reclama 71.519,4€ por daños y perjuicios a favor de los dos hijos de la fallecida.
Tras el juicio, la letrada Busto explicó que "se trata de una exposición indirecta, pero ya existe jurisprudencia en Estado español que establece la relación causa-efecto en otras mujeres que también resultaron afectadas por lavar prendas de sus maridos contaminadas de amianto",algunas recientes en relación a Uralita en Catalunya.
La defensa de la multinacional siderúrgica ha tratado de desviar la raíz del problema a la responsabilidad de una u otra planta de Gipuzkoa, aunque todas pertenecen a Arcelor Mittal. También quisieron limitan la inhalación de fibras de amianto del esposo de la fallecida por su condición de encargado de horno y de coladas, pero otros trabajadores atestiguaron que "ayudaba al personal de mantenimiento" y que "podía entrar en contacto directo o indirecto con amianto cuando se revisaban las mangueras de refrigeracion revestidas de amianto o se reparaban, y cuando se usaban placas de amianto para protegerse del calor".
Los propios testigos explicaron como "los buzos quedaban blancos del amianto y se podía ver las fibras de amianto a través de la contraluz que entraba a la planta".
Lo mas impactante del juicio fue la declaración que hizo el médico que diagnóstico a la fallecida. Sin ningún género de dudas afirmó que fue el amianto el causante del mesotelioma que llevó a la muerte a la mujer del trabajador de Arcelor Mittal.
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