lunes, 2 de noviembre de 2015

EL PAGO DEL COSTE DE LA DEUDA ES LA TERCERA PARTIDA MÁS ALTA DEL PRESUPUESTO DE URKULLU


El proyecto de presupuesto para 2016 que ha presentado el Gobierno Urkullu, del PNV, ha puesto en evidencia que la economía no va tan bien como nos dicen. Está muy ajustado al anterior, 10.933,3 millones para 2016, frente a 10.639 millones de 2015, un 2,8% más, que se lo come el coste de la deuda, que es la tercera partida más importante, tras Sanidad y Educación, con un gasto en 2016 de 1.170,2 millones. ¿Cómo va a ser un presupuesto redistributivo o de actuación contra la pobreza, la precariedad o de impulso de la actividad generadora de empleo de calidad si hay que pagar ese coste de la deuda?

Nos pueden contar misa, pero la realidad de los números confirma lo que la mayoría de la población conoce: la crisis sigue entre nosotros. Lo grave en es que, una vez más, el Gobierno Urkullu desaprovecha otra oportunidad y no actúa para avanzar hacia la mejora y la justicia social de la mayoría social.

Tres referencias importantes de esa manera de "maldistribuir" esas partidas, sin entrar en la vorágine de los números, aunque hay más razones, sin duda:

-Aunque la pobreza avanza, se mantiene prácticamente el presupuesto social (637,4 millones, un 0,2% más que en el actual 2015) con un recorte del 7% que viene de años antes. Muchas personas se encuentran en situación dramática: son 100.000 personas en pobreza severa, y 87.552 desempleados viven sin acceso a las prestaciones o subsidios en la CAV -108.367 desempleados de Hego Euskal Herria en setiembre- y más de 300.000 personas se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión. Tampoco se actúa en promover y generar empleo de calidad, sabiendo que el empleo que se está firmando es temporal y muy precario.

-Otro elemento es la política de vivienda. Si va a entrar en vigor la nueva legislación aprobada, esta misma mañana los parlamentarios de EH Bildu han reconocido que el presupuesto que destina el Gobierno Urkullu está lejos de los 60-80 millones que dijo que costaría poner en marcha las medidas. Recordar solo que en la CAV hay, por otra parte, 80.000 viviendas vacías y la nueva legislación habla, a la vez, de impulsar el alquiler social, escaso en este momento.

-Y, en tercer lugar, es que es un presupuesto que su tercera principal partida es para pagar el coste de la deuda (1.170,2 millones, después de Salud: 3.421,9 millones, y 2.841,8 millones en Educación). Esa actuación del PNV desvela el esqueleto de su política: apoyar a quienes más tienen, con ayudas directas a empresarios y beneficios para la élite económica. Porque esa deuda, que ha crecido de forma exponencial, no lo ha hecho para generar políticas de empleo indefinido o actuaciones para impulsar la negociación colectiva, o para combatir la pobreza, o mejoras en sanidad y educación. No. Son para pagos como el costosísimo TAV, cuestionado a nivel social y medioambiental, entre otras actuaciones.

Porque la deuda ha experimentado un aumento impresionante: en 2008 fueron 492 millones y en 2016 ascenderá a 8.571 millones, según el Gobierno Vasco, porque el Banco de España lo eleva casi a 10.000 millones en el primer semestre de este año. Todo eso ha generado un coste anual del pago de intereses y amortización que ha pasado de 83,6 millones en 2009 a 989,4 en 2015, y 1.170,2 millones en 2016, es decir se ha multiplicado por 14 en ocho años,lo que detrae enormes recursos.

Mientras tanto, por último, el lehendakari Urkullu percibirá un sueldo de 98.494,06 euros, el vicelehendakari Erkoreka, 92.487,36 euros y cada consejer@ 87.799,32 euros.

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