miércoles, 28 de octubre de 2015

Garbiñe Zeziaga: "Hemos esperado 4 años y espero que sirva a otras mujeres que lavaron los buzos de sus maridos"

Garbiñe Zeziaga, hija de Jesús y Luisa Soraluze, está satisfecha con la sentencia, la primera que se produce en Euskal Herria- que determina que el mesotelioma -un tipo de cáncer fulminante- procedió de las fibras de amianto del buzo que limpiaba, planchaba y sacudía de su marido, que trabajó en Arcelor Mittal Gipuzkoa, sucesora de Altos Hornos de Bergara (Unión Cerrajera).
El juzgado de Bergara ha condenado a la multinacional siderúrgica a pagar 71.519 euros a sus hijos, Garbiñe y Josu. 
La hija admite esta victoria, aunque reconoce que todavía la multinacional puede recurrir la sentencia y prolongar este drama, dado que su aita falleció, tras 21 años en Arcelor Mittal, en agosto de 1989 y su madre en octubre de 2011 por ese Cancer fulminante que le detectaron en junio de 2011. Josu, su hijo, en una entrevista hace un año nos indicó lo que había ocurrido. Justo se publicó a la vez que iba a comenzar una demanda en Madrid de un grupo de 43 mujeres de trabajadores de Uralita, aunque se juzgaron 21 casos, por exposición pasiva al amianto en la planta que esa compañía construyó en 1906 y cerró en 1997 en Cerdanyola (Catalunya). La sentencia reconoció ese daño y condenó a Uralita.

Garbiñe Zeziaga reconoce que todavía "no se lo cree", pero desde que se supo de la sentencia está atendiendo a los medios de comunicación. El grave problema del amianto sigue entre nosotros y estas sentencias ponen el problema en primer plano. 
 
-¿Se siente liberada por esta sentencia, después de haber perdido a su madre?
Todavía estoy en un shock. Al final ha llegado aquello por lo que estuvimos luchando mi hermano y yo. Llevamos 4 años. Era necesario hacer justicia, y espero que sirva a otras mujeres. Aunque todavía estamos en ese periodo en el que Arcelor puede recurrir. Espero que no prolongue nuestra angustia.

-¿Qué se le pasa por la cabeza en estos momentos con este tema del amianto?
No sabíamos nada. Hasta que estuvimos con las abogadas de ASVIAMIE no tuvimos claro lo que había ocurrido. Todo surgió cuando el neumólogo aseguró a mi ama que tenía cáncer de pulmón y le preguntó si había trabajado en una siderúrgica. Le dijo que era ama de casa y que lo que hacía era lavar, planchar y sacudir los buzos que traía aita de la fábrica. El sí estaba en contacto directo con el amianto, como reconoce la sentencia y como dejaron constancia los trabajadores en el juicio. La realidad es que el cáncer se llevó rápido a ama, porque murió en octubre, después de que se le detectase en junio.

-¿Este caso, sin duda, alentará a otras mujeres a sacar a la luz está dura realidad que han sufrido en silencio las mujeres de los trabajadores por la falta de medidas de seguridad y prevención en las empresas?
Espero que sea así. Pero admito que es difícil. Lo más importante es el tema de plazos y que el cáncer esté claro de que es por haber inhalado fibras de amianto. Hay que tener en cuenta que tienes un plazo de un año para actuar. Creo que lo importante es que quienes puedan estar en situaciones similares se asesoren y actúen con rapidez. Porque en el caso del mesotelioma la vinculación con el amianto es ya conocida y está avalada a nivel medico y científico, pero en otras enfermedades relacionadas con el amianto es más difícil esa vinculación, y de eso se aprovechan las empresas. Pero, sin duda, hay que luchar.

-En esta empresa siderúrgica, hoy propiedad de Arcelor Mittal, trabajó mucha gente. ¿Pueden existir más casos?
La realidad es que como aita trabajó mucha gente. Sus esposas, sus madres, limpiaron y plancharon los buzos igual que hizo ama, Luisa Soraluze. Es un drama. Supongo que deberían realizar exámenes médicos para conocer la realidad.




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