sábado, 4 de abril de 2015

157.000 millones coste de sustancias químicas en UE para la salud


Estimación de la carga de la enfermedad y costos de la exposición a sustancias químicas que provocan perturbaciones endocrinas en la Unión Europea

Un trabajo reciente confirma que las sustancias químicas en la UE están causando daños a la salud de las personas y el medio ambiente. Los trabajadores sufren, el informe confirma (con cálculos muy prudentes) que se elevan a 175.000 millones los costes. Los disruptores endocrinos son peligrosos para la salud, pero siguen utilizándose productos que provocan daños. 

Un trabajo reciente de Leonardo Trasande, R. Thomas Zoeller, Ulla Hass, Andreas Kortenkamp, Philippe Grandjean, John Peterson Myers, Joseph DiGangi, Martine Bellanger, Russ Hauser, Juliette Legler, Niels E. Skakkebaek, and Jerrold J. Heindel ha analizado "El rápido aumento de la evidencia ha documentado que los disruptores endocrinos (EDC) contribuyen sustancialmente a la enfermedad y la discapacidad" con el objetivo de "Cuantificar una gama de costos sanitarios y económicos que pueden atribuirse razonablemente a las exposiciones de la EDC en la Unión Europea (UE)". 

Para ello, un Comité Directivo de científicos adaptó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático realizó una caracterización de ponderación de las pruebas para la probabilidad de causalidad en base a los niveles de evidencia gico y toxicológica epidemiología disponible para uno o más productos químicos que contribuyen a la enfermedad mediante un mecanismo de disruptor endocrino. 

Para evaluar la evidencia epidemiológica, el Comité Directivo adaptó la Organización Mundial de la Salud Grados de recomendación de Evaluación, Desarrollo y Evaluación (GRADE) criterios del grupo de trabajo, mientras que el Comité Directivo adaptado definiciones recientemente promulgada por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Dinamarca para la evaluación de laboratorio y con animales evidencia de alteración endocrina. Paneles de expertos utilizaron el método Delphi para tomar decisiones sobre la fuerza de los datos. 

Resultados: 
los paneles de expertos consenso logrado por probable (20%) causalidad EDC para la pérdida de coeficiente intelectual y discapacidad intelectual asociada, autismo, trastorno de hiperactividad y déficit de atención, la obesidad infantil, obesidad en adultos, la diabetes del adulto, criptorquidia, infertilidad masculina, y la mortalidad asociada con una reducción T. Contabilidad para la probabilidad de causalidad y utilizando el punto medio de cada rango de probabilidad de causalidad, simulaciones de Monte Carlo produce un coste medio de € 157 mil millones (1,23% del producto interior bruto de la UE) al año a través de 1.000 simulaciones.

Cabe destacar que, utilizando el extremo más bajo del rango de probabilidad para cada relación en las simulaciones de Monte Carlo produjo una gama media de 119 mil millones euros que difería modestamente de casos base probabilidad entradas.

Conclusiones:
La exposición de la EDC en la UE pueden contribuir sustancialmente a la enfermedad y la disfunción largo de la vida con los costos en los cientos de miles de millones por año. Estas estimaciones representan únicamente los EDC con la más alta probabilidad de causalidad; un análisis más amplio habría producido mayores estimaciones de la carga de la enfermedad y los costos.

http://www.etui.org/fr/content/download/19417/149805/file/Estimating+Burden+and+Disease+Costs+of+Exposure+to+Endocrine-Disrupting+Chemicals+in+the+European+Union%2C++The+Journal+of+Clinical+Endocrinology+%26+Metabolism%2C+5+March+2015.pdf

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas capaces de alterar el equilibrio hormonal y la regulación del desarrollo embrionario y, por tanto, con capacidad de provocar efectos adversos sobre la salud de un organismo o de su progenie, según indica ISTAS -Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud. Es una fundación autónoma de carácter técnico-sindical dependiente de CCOO-.
Es decir, la capacidad que tienen algunas sustancias químicas sintéticas de interferir en el sistema hormonal humano se conoce desde los años 40, cuando se empezó a utilizar el fármaco DES para prevenir abortos espontáneos. Sin embargo, el término disruptor endocrino – tomado del inglés “Endocrine Disruptor Chemical (EDC)” se acuñó 50 años más tarde, en 1991, durante la Conferencia de Wingspread5, donde un grupo de expertos en endocrinología, biología reproductora y del desarrollo, toxicología, biología marina, ecología y psiquiatría se reunieron para evaluar las causas de los efectos adversos observados en estudios epidemiológicos de personas y animales salvajes del Hemisferio Norte, incluyendo daños al sistema reproductor e inmunitario y cánceres en órganos hormono dependientes entre otros.

En los últimos años se han publicado numerosos estudios sobre la exposición de la población a diferentes contaminantes persistentes con capacidad de alterar el sistema hormonal. Destaca el realizado en CATALUNYA, que determinó  la concentración de algunos EDC en una muestra representativa de la población, proporcionó una primera imagen de la relevancia desde el punto de vista social y sanitario de la exposición a EDC de la población.

El estudio de la población catalana, dirigido por el Dr. Miquel Porta, analizó 19 sustancias organocloradas (DDT y análogos, varios congéneres de PCBs, pentaCB, HCB y varios isómeros de HCH) con capacidad de disrupción endocrina, en una muestra de 919 personas. En todas las personas analiza- das se detectaron al menos 3 EDC, en aproxima- damente un 60% de la población se detectaron 11 de los 19 compuestos analizados y en un 0,05% de la población se detectaron los 19 compuestos analizados en este estudio. Más del 85% de la población catalana presenta niveles detectables del p,p’-DDT, p,p’-DDE, PCBs 118, 138, 153, 180, HCB y ß-HCH; y se detectaron dos sustancias, p,p’DDE y PCBs 180 en el 100% de las muestras, siendo estos resultados coherentes con los encontrados en otros estudios similares. Estos datos indican una exposición generalizada de la población a una mezcla de varias sustancias con capacidad de alterar el sistema endocrino, según indica ISTAS en su estudio “DISRUPTORES ENDOCRINOS.Nuevas respuestas para nuevos retos”.

Es decir, como resumen se puede decir que: 
• Los disruptores endocrinos son sustancias químicas capaces de alterar el equilibrio hormonal.
• Actúan a dosis muy bajas, presentan distintos mecanismos de actuación y comprenden a un gran número de sustancias con estructuras químicas muy diferentes.
• Una misma sustancia EDC tiene diferentes modos de actuación según la concentración a la que se encuentre y según el momento específico de desarrollo del tejido con el que contacten. El efecto adverso causado puede variar dependiendo del momento de la expo- sición, así como del equilibrio hormonal de la persona expuesta, que depende de la edad y sexo entre otros factores.
• Hay períodos de vulnerabilidad durante el cual la exposición a EDC puede ser particularmente dañina. Los períodos más críticos mejor estudiados son el prenatal y el desarrollo postnatal temprano. Los efectos de la exposición durante el periodo perinatal pueden no manifestarse hasta mucho más tarde en la vida. Efectos en una generación se pueden transmitir a las generaciones futuras a través de los mecanismos involucrados en la acti- vidad de programación genética, conocidos como cambios epigenéticos.
• Numerosos EDC ocasionan efectos a dosis de exposición muy bajas, equivalentes a los niveles actuales de exposición de la población. Estos efectos a dosis bajas pueden ser diferentes de los efectos que ocasionan las mismas sustancias a dosis altas.
• La población está expuesta a niveles corporales de EDC que pueden ocasionar efectos perjudiciales sobre la salud.
• La dosis no hace el veneno para los EDC: muchos EDC no siguen un patrón de curva dosis- respuesta lineal, sino que presentan curvas que cambian de dirección (en forma de U o de U invertida) ya que pueden provocar efectos tóxicos a dosis altas, ningún efecto a dosis intermedias y efectos adversos a dosis bajas o viceversa. Por tanto, los ensayos de toxicidad estandarizados en la normativa actual no detectan los efectos adversos que producen los EDC a bajas concentraciones.
• No puede establecerse un nivel de exposición seguro para los EDC que presentan curvas dosis-respuesta no lineales. Además, los niveles de exposición seguros establecidos para otros efectos tóxicos no protegen frente al efecto de disrupción endocrina.
• El efecto negativo puede ser el resultado de la acción combinada de diversos compuestos, que a nivel individual no presentan efectos negativos, pero combinados pueden desenca- denar una respuesta sinérgica, antagónica o simplemente aditiva.
• No es posible establecer umbrales de exposición seguros a EDC.

(http://www.ccoo.es/comunes/recursos/1/1559249-Informe_de_ISTASCCOO_sobre_disruptores_endocrinos.pdf)



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