domingo, 5 de abril de 2015

Nuevas vías de precarización en la UE

Los nuevos tipos de precarización en la UE todavía ponen a los trabajadores en una mayor situación de desventaja, como los trabajos “a cero horas”, entre otros. Lo que se experimento en la UE también llegará al mercado laboral vasco, si ya no lo ha hecho.
Eurofound ha presentado hace unos días una nueva investigación sobre las nuevas formas de empleo que se están produciendo en la UE. Unas, con motivo de la crisis, y otras, antes de la crisis, pero ambas persiguen el mismo objetivo: la flexibilidad laboral.
Esa realidad se está produciendo ya, no seamos ilusos. La pregunta es si los trabajadores y las organizaciones sindicales están dispuestos a frenar esa “ultraprecarización” del mercado laboral.
Con la disculpa de que benefician al trabajador, están generando más precariedad, bajos salarios y mayor poder y control a los empresarios para contratar y despedir. Todo tendrá repercusiones en la protección social de los trabajadores, pero también en la salud laboral, porque muchos de estos trabajos generan mayor estrés y ritmos de trabajo, aunque sean en cortos periodos de tiempo.
Estos elementos aparecen en la investigación de la conocida como Fundación Dublín. Debe abrir un debate en las organizaciones sindicales, porque, en realidad, lo que persiguen es una individualización de las condiciones de trabajo para que lo colectivo se desgaje y, a partir de ahí, “somos vulnerables uno a uno”. Todas estas medidas que se están tomando en algunos puntos de Europa seguro que llegarán y están llegando a nuestro mercado. Lo han hecho los “minijobs”, aunque aquí no se atreven a poner ese nombre por lo despectivo del término, pero los contratos de a tiempo parcial no son otra cosa. De hecho, en el mercado laboral de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, prácticamente el 20% de los contratos temporales tienen una duración inferior a siete días y casi el 60%, menos de un mes, según los últimos datos oficiales.
Como explica Eurofound: “el trabajo informal no es nada nuevo, pero los empleadores buscan una mayor flexibilidad para satisfacer sus necesidades de mano de obra, que está tomando nuevas formas. Se ha sugerido que las nuevas modalidades de trabajo pueden ayudar a reducir el desempleo, pero las preocupaciones se están planteado acerca de las consecuencias para los trabajadores”.
De hecho, destaca que se ha producido “un aumento de los contratos de cero horas. El trabajo sobre llamada casual, que va en aumento en varios países de la UE, mantiene una relación de trabajo continua entre un empleador y un empleado. Sin embargo, el empleador no proporciona continuamente el trabajo para el empleado, en lugar de llamar en sólo cuando sea necesario”. Es Un tipo “muy precario de trabajo de guardia, el contrato de 'cero horas', que especifica un número mínimo de horas de trabajo, lo que significa que el empleador no está obligado a llamar nunca en el trabajador”. Este tipo de contratos “han ganado notoriedad en particular en Gran Bretaña, donde se ha producido un importante crecimiento en su uso en los últimos años”.
Recuerda que “la cadena alimentaria McDonalds llegó a los titulares en 2013 cuando The Guardian informó que el 90% de su fuerza de trabajo estaba en estos contratos. El periódico informó posteriormente que una proporción similar de personal pizza de Domino y todos 20,000 del personal de Burger King restaurante eran cero horas los trabajadores. Otras grandes empresas también han sido el centro de atención para el empleo de un gran número de empleados con contratos de cero horas”.
Estos nuevos sistemas de empleo flexible no generan equidad y sí una importante desigualdad. La fundacion europea para la mejora de las condiciones laborales confirma que “en la mayoría de los casos, a los trabajadores se paga solamente por el tiempo trabajado. Esto significa, por ejemplo, un trabajador de la atención puede visitar un número de clientes en un día, pero no será pagado por el tiempo que dedican a viajar entre los clientes”. Por lo que conlleva que “los trabajadores se ponen en desventaja adicional cuando los contratos incluyen cláusulas de exclusividad que les prohíben trabajar para otros empleadores”.
En este tipo de contratos,además, la cobertura de la protección social es a menudo pobre: “en Irlanda, los trabajadores en este tipo de contratos no reciben cobertura obligatoria la protección social, mientras que en los trabajadores de Gran Bretaña pueden elegir sólo si llegan a un ingreso mínimo”.
Pero, el empleo informal también se extiende con prácticas en la empresa. “Por ejemplo, la alemana aerolínea comercial Lufthansa en 2013 introdujo un nuevo tipo de contrato de trabajo para cubrir los meses de verano, que recluta personal para trabajar a tiempo completo, de marzo a octubre y los libera para el resto del año. Completan la misma base de entrenamiento de 12 semanas como asistentes de vuelo regulares y son contratados inicialmente en un contrato de dos años, renovable una sola vez por cuatro años”.
Es por ello, que Eurofound interpela a los interlocutores sociales. “Estas formas de empleo tienen beneficios evidentes para los empleadores, lo que les permite satisfacer de forma muy flexible sus demandas laborales cuando surja la necesidad. Los empleadores han estado tomando un enfoque cauteloso a la contratación en la crisis económica: la contratación temporal aumentó entre 2008 y 2012, llegando tan alto como 71% para ocupaciones elementales en el 2012, pero también cada vez más común para las ocupaciones altamente cualificados, como técnicos y profesionales”. 
Admite que los sindicatos han expresado su preocupación por “súperflexibilidad” del mercado de trabajo en perjuicio de los trabajadores. “El trabajo ocasional supone, además, poca seguridad en el empleo, horas de trabajo inciertas e irregulares, salarios bajos e impredecibles, da beneficios limitados, menos satisfacción en el trabajo y, en muchos casos, sin brillo y de trabajo predecible”.
Según la fundación europea, “las organizaciones de empleadores argumentan que las empresas deben ser capaces de adaptarse a las fluctuaciones en el mercado, sobre todo en tiempos de dificultades económicas”. sin embargo, Eurofound admite que “queda por ver si el cambio hacia la contratación flexible, se invertirá cuando la economía muestra signos más claros de recuperación”.
Lo que se sabe es que la flexibilidad penetra en el mercado laboral. No solo en tiempo de crisis, sino también cuando la economía crecía a ritmo elevado. Un dato: la contratación laboral temporal nunca ha bajado del 90%. Tenemos como ejemplo, además, lo que ha ocurrido en el mercado laboral del Estado español. En la última gran crisis económica, que se produjo entre 1993-1995, el Gobierno español introdujo las ETT (ahora son agencias de colocación, que cobran por ceder la mano de obra,) y, a la vez, se introdujeron las dobles escalas salariales, es decir, mas precariedad y menos salarios.
En la crisis actual, el Gobierno español (tanto PP y PSOE, en todas las ocasiones) ha entregado a los empresarios la capacidad de frenar la negociación colectiva, la precariedad se extiende con los contratos por horas y días (a tiempo parcial-minijobs) y es mas fácil despedir. Todo unido a una tasa elevada de desempleo, lo que permite que haya un “ejército de parados”, donde si no es uno es otro, quien trabaja por casi nada o nada, siempre en beneficio de los empresarios que ven como suben sus resultados económicos.

Ü

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